El proyecto
Hace unos años, mi compañera en la vida sufrió una grave enfermedad. Durante el tratamiento, que se prolongó durante más de un año, caminé diariamente por el Paseo Marítimo de Fuengirola para despejar la mente y el cuerpo de la tensión constante a la que estábamos sometidos. Fruto de esos paseos son la mayoría de las fotografías de este proyecto.
El Paseo es un lugar de sanación. Los vecinos del pueblo y sus numerosos residentes utilizan el paseo durante todo el año en actividades beneficiosas para el cuerpo y la mente: gastronomía, deporte, yoga, meditación, caminatas, pesca, juego, contemplación… No parece que nadie que acuda al Paseo se vaya de él sintiéndose peor. A mi me sirvió.
Siempre había tenido la intención de hacer un proyecto fotográfico sobre el Paseo, observarlo desde múltiples puntos de vista y épocas del año. Un collage de poesía visual con un poco de humor. Las circunstancias se alinearon de forma accidental para que ocurriera.
No soy fotógrafo, soy diseñador, pero amo la fotografía y es la única actividad en la que soy completamente libre en el aspecto creativo. Me gustan los retos en los que se ponen límites estrictos para potenciar la creatividad y este es uno de ellos: explorar fotográficamente un lugar concreto durante un periodo de tiempo. Los límites permiten concentrarse en la esencia de lo fotografiado, observar como el lugar cambia durante las diferentes horas del día o épocas del año, como se comportan las personas que lo habitan, pero también enviar mensajes a través de las imágenes, te invito a que los descubras.
Por supuesto, todo el proyecto está dedicado a Yolanda, que se recuperó felizmente a finales de 2018.
vicente canteli, octubre de 2023.